El fútbol une. Seguro que todos hemos escuchado alguna vez esta frase. El fútbol nos hace, de vez en cuando, olvidar las penas y vivir momentos de júbilo. Quizá, ayer se vivió el paradigma más claro y representativo para ilustrar esta frase. España se coronó reina de Europa en un partido memorable, plagado de buen juego. Y todos celebramos la victoria ante Alemania por 1-0, con gol de Torres, y la consecución de
Algunos apuntes. La “Euro” supone un escaparate inmejorable para muchos de nuestros jugadores, que pueden mejorar su situación actual, revalorizarse en el mercado y cambiar de club. Hablo, por ejemplo, de Villa, en un excelente momento de forma, y que este año ha tenido que sufrir la mala temporada de su equipo, el Valencia.
Este podría haber sido un campeonato para coronar el palmarés de Raúl González, tras haber alcanzado la gloria con el Real Madrid. Podría haber sido un delantero determinante en los últimos minutos de los partidos, una alternativa cuando el cansancio empezara a hacer mella en los titulares indiscutibles, por méritos, Villa y Torres. Sin embargo, ese papel lo ha desempeñado Güiza en esta Eurocopa, y chapeau por él, ha demostrado que es un goleador nato en los minutos que ha disputado.
La apuesta de Luís Aragonés fue clara, y desde el principio se ha mantenido firme a pesar de las críticas, creando el bloque que él quería. Y le ha salido francamente bien. Muchas felicidades a Luís, cuyo carácter gustará más o menos, pero ha hecho las cosas a su manera, y se va con un título, algo que no ha podido decir otro entrenador en los últimos 44 años.
Y no podía dejar de acordarme en el día de hoy de Bojan Krkic y de algo que durante mucho tiempo me ha dado vueltas en la cabeza: su petición de no ser convocado para jugar el campeonato. A día de hoy, no logro entenderlo. No sé como se sentirá en estos momentos, si le importa o no que España haya ganado, si está feliz… lo que si me queda claro, viendo la ilusión con la que los 23 jugares españoles han participado en
Además, viendo ayer a Michael Ballack, medio lesionado, al pie del cañón, con 31 años (casi 32) y un montón de partidos y grandes campeonatos a sus espaldas, no se quiso privar de jugar esta final, luchando hasta el último momento. Por este motivo, no logro entender que un chaval de 17 años esté “cansado”, cuando debería de estar loco por jugar el máximo número de partidos posibles y todavía con más ahínco cuando se trata de un gran campeonato. Por muchas vueltas que le dé, no puedo entenderlo.
¡Felicidades a todos los españoles!
